México, sin duda alguna, es uno de los países más ricos
en historia y tradiciones a nivel mundial. A lo largo y ancho de la república
mexicana se erigen lugares cargados de magia que evocan nuestro antiquísimo
legado dotándolo de una grandeza inimaginable. Uno de ellos, Tlaquepaque.
Desde tiempos de la colonia, este municipio ha sido para
Guadalajara un sitio para relajarse y admirar el arte. Las familias acaudaladas
de la ciudad construían sus residencias veraniegas donde se celebraban bodas, XV
años, bautizos y todo tipo de eventos sociales.
Tierra de artesanos hoy en día, y quizá el distrito alfarero
más importante de nuestro territorio nacional, pues su prestigio en este campo es
reconocido mundialmente, esta tierra se vuelve un conjunto de leyenda y modernidad.
Las crónicas dictan que antes que los españoles llegaran
a estas tierras, los pueblos oriundos a sus alrededores ―Toluquilla, Zalatitán,
Coyula, Tateposco, Tlaquepaque, Tapechi (o Tepetitlán) y Tequepexpan― formaban
junto con Tonalá un reino gobernado por una mujer llamada Cihualpilli Tzapotzinco.
En marzo de 1530, el conquistador español Nuño de Guzmán
junto con sus fuerzas, entrando por San Martín de las Flores, llamado antes Tlaxicoltzingo,
tomaron posesión de Tonalá y naturalmente de las poblaciones adjuntas, entre ellas
Tlaquepaque.
En la actualidad, y a pesar de muchas de sus estructuras
coloniales y recintos de la época de la Nueva España, se erige en las afueras
de su demarcación Forum Tlaquepaque, que nace para atender las necesidades del crecimiento
demográfico y comercial del área entre dos zonas jalicienses muy importantes que
son Guadalajara y el municipio que en esta ocasión nos atañe.
Forum Tlaquepaque ofrece a sus visitantes un lugar acogedor
en el que se puede disfrutar de una buena película, hacer el mandado para la comida
de la semana o comprar regalos, ropa, muebles y cualquier cosa que la familia necesite.
Este desarrollo se sitúa como el único de la zona, posicionándose
como el centro comercial más importante de esta localidad para atender tanto a
turistas como a los habitantes de la región. Además, como ya se mencionó
anteriormente, cuenta con la indiscutible ventaja de estar situado entre la capital
tapatía y Tlaquepaque, lo que asegura un perfil de visitantes de alto rango,
tanto de gustos cosmopolitas como provinciales.
De esta forma, Tlaquepaque se distingue como sinónimo
de historia y modernidad, pues ha construido su destino con base en su grandeza
misma, que se ve reflejada en sus calles, hermosas construcciones, tradiciones y
artesanías acompañadas de vanguardia y frescura que ofrecen a los visitantes opciones
para disfrutar en familia.
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