Presidente
Masaryk, una de las arterias viales más emblemáticas de la Ciudad de México, fue
nombrada coloquialmente como la “Quinta Avenida Mexicana” por quienes se atreven
a circular sobre ella. Sin embargo, debemos tener presente que, a pesar del brillo
que hoy posee, no siempre lució así.
Polanco
y sus orígenes su ubican a inicios de los años 20. En ese entonces se fraccionaron
los terrenos que eran pertenecientes a la Hacienda de los Morales, los cuales fueron
ocupados por ricos comerciantes de distintas nacionalidades que buscaban salir del
Centro Histórico y crear una nueva avenida comercial que representara no sólo un
toque elegante, sino un aire familiar y comunitario, y así empezaron a abrir negocios
que, a la larga, darían vida a esta vía la cual se convertiría, con el paso del
tiempo, en el eje central de Polanco.
El
corazón de esta vialidad se localiza entre la calle de Arquímides y avenida Moliere,
y recibió su nombre de Tomáš Garrigue Masaryk, el primer presidente electo de Checoslovaquia,
quien fue reelegido en tres diferentes ocasiones: en 1920, 1927 y 1934. Un año más
tarde renunció a su cargo por problemas de salud y falleció en 1937.
Vale
la pena recordar que fue bautizada en su honor por decisión del presidente Lázaro
Cárdenas en 1936, con motivo de que la comunidad judía de esta zona apreciaba al
político como defensor de los derechos humanos y por ende de los judíos.
Hoy
en día la avenida Presidente Mazaryk es el referente de Polanco, y al mismo tiempo
evoca muchas épocas, desde aquélla en las que los vecinos de la zona habían desarrollado
una forma de vida muy participativa, y sobre todo un sentido de pertenencia, cuidado
y respeto por su entorno, hasta ser la calle más lujosa de la Ciudad de México,
incluso comparada, como ya se dijo al principio, con la Quinta Avenida de Nueva
York.
Y
es que es en ella donde se erigen muchos elementos arquitectónicos de gran calidad
que le dan un toque mágico a la vista, además de las distintas boutiques de prestigio:
sobre su suelo se yerguen oficinas y departamentos que la complementan regalándonos
un deleite visual y para muestra de esto, por ejemplo, podemos mencionar el complejo
mixto ubicado en el número 111.
Masaryk
111 abrió sus puertas en 2008 y está a tan sólo unas cuadras de oficinas corporativas
de alto prestigio, reconocidos hoteles y embajadas. Este desarrollo de uso mixto
tiene un ARB de 26,213 de metros cuadrados y en total cuenta con siete locales compuestos
por restaurantes, cafeterías, moda y empresas AAA, las cuales convergen en una armonía
visual idónea para quienes tienen la oportunidad de mirar el edificio que antes
pertenecía a Metlife. Su estacionamiento, con capacidad para 710 automóviles, es
una ventaja para usuarios propios y ajenos dada la alta demanda por
consecuencia de los parquímetros que se ubican en las calles aledañas.
Ejemplos
como estos hay muchos, pero sin duda, la avenida Presidente Masaryk no sólo es la
sede de tiendas de lujo, también representa una explosión arquitectónica de elementos
que la hacen única. Edificios de concreto y granito se conjugan en los más finos
retoques artísticos urbanos en edificios comunes y por ello,
entre muchas otras cosas, vale la pena darse una vuelta por allá.
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