Monday, 6 February 2017

REFORMA EN LA HISTORIA INMOBILIARIA

La avenida Reforma ha tenido un peso histórico en la vida de la Ciudad de México. Diversos cronistas se han encargado de resaltar la importancia de esta vía que, para muchos, es la más importante de la capital mexicana.




Según algunos historiadores, esta arteria vehicular nace con los deseos del emperador Maximiliano y de la emperatriz Carlota, quienes buscaban promover el trazo de un paseo que comunicara, en línea recta, la Glorieta del Caballito hasta el Castillo de Chapultepec.

El tiempo siguió su marcha y Reforma se consolidó como la principal residencia de importantes construcciones inmobiliarias que en la actualidad lucen imponentes en un camino cargado de historia, ya que pasado y presente se funden en modernidad y vanguardia.

Así surgieron obras como Capital Reforma, la cual, a la altura de la Glorieta de la Palma, se erige como sede de restaurantes, cafeterías, centros de moda y empresas líderes en los mercados nacionales e internacionales. Este conjunto abrió sus puertas en 2012 y se distingue por sus visitantes, que básicamente son empresarios y turistas.

De igual forma, el corporativo Reforma 156, a la altura del Monumento a Cuauhtémoc, se ubica en un sitio emblemático en el centro de la CDMX, rodeado por oficinas y hoteles, a cuatro cuadras de Capital Reforma, albergando oficinas de la administración pública federal: la Secretaría de Salud.

Es así como Reforma encierra un esplendoroso pasado fusionado con un presente vanguardista, los cuales, en una catarsis exclusiva que a los ojos de los capitalinos representa una fuente de orgullo, conviven de forma única sabiendo soportar el paso del tiempo con belleza y dignidad.

Al ver sus edificios, caminar por sus calles y respirar su esencia, sin duda, Reforma ya no es ni la sombra del aristocrático paseo repleto de grandes y bellas residencias. Todo en el mundo evoluciona y ésta no fue la excepción, sin embargo, por sus venas aún permanecen edificios que transpiran historia y que fueron un orgullo para grandes generaciones de arquitectos.


¿Qué dirían ahora el emperador Maximiliano y la emperatriz Carlota de la avenida cuyo propósito era fortalecer su ego? Seguro se sorprenderían al mirar en lo que se acabó convirtiendo: la vía más importante, sin duda alguna, de la Ciudad de México.

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